Uf, cuanto tiempo!!!! Y la verdad es que estoy que me subo
por las paredes, porque son tantas las cosas que me hubiese gustado escribir y
dejar plasmado en este “mi blog”, este rinconcito que me sirve de terapia, para
dejar salir lo que siento y experimento en estos momentos tan especiales que
estamos viviendo. Pero como siempre es cuestión de tiempo, o mejor dicho de
organización, que aún no consigo, de echo, vengo del cole de dejar a los peques,
pensando que me tengo que organizar de alguna manera para no tener tanto
trabajo acumulado, pues en la mañana no da tiempo a limpiar la casa, recoger,
lavar, tender, planchar, ir a la compra, hacer la comida,……. Y el sinfín de
trabajo diario que da la casa, porque las tardes se las dedico a los peques, lo
necesitan, lo reclaman y en estos momentos estoy para ellos, (bueno cuando están
distraídos aprovecho para adelantar algo, pero es poco, la verdad). Y por
supuesto tengo que sacar tiempo para hacer un poco de deporte y escribir un
poco más, porque me gusta y me relaja, así que me doy hasta el lunes para
organizarme, a ver si lo consigo.
Por lo demás, son muchas las cosas que nos han ocurrido en
estos meses, algunas malas, como el ingreso en el hospital con el mayor, que
por ahora se está solucionando poco a poco, aunque el susto ha estado ahí, y otras muy buenas
como que hemos estado cinco días en Francia, hemos ido a Disneyland París, uf,
ha sido la bomba!!!!! Lo hemos pasado de miedo y hemos disfrutado muchísimo,
pero como siempre, acabamos agotados y con necesidad de vacaciones de las
vacaciones, jajajaja….. Evidentemente, cuando hemos llegados, tooooodos hemos caído con gripe, porque ha
habido muchos cambios de temperaturas.
Ahora intento normalizar las cosas de nuevo, volver a la
rutina, algo que es casi imposible. Desde que los peques están en casa, no
sabemos lo que es la rutina, no hay un día igual al anterior, que según se mire
puede ser bueno o no tan bueno, así que aquí estoy dando vueltas a la cabeza
para conseguirlo.
De los peques, hay muchas cosas que decir, están felices,
contentos, y son pura energía, cada día que pasa es un día en el que aprendemos
algo nuevo de ellos y los disfruto al máximo, el mayor está totalmente
integrado en la familia, se llena con sus abuelos, sus tias, su primo, siento
cómo los siente su familia. También tiene momentos de ponerme a prueba,
sobretodo a mi, diciendo que se queda con su tia, que ya no soy su madre, pero
no le doy importancia porque en realidad sé que no lo siente, que no va más
allá de ser un juego en el que hacemos un poco de teatro y luchamos por él, y
así se queda feliz.
El pequeño es otro cantar, y es el que nos está preocupando
un poco, pues muestra algunos comportamientos que tenemos que trabajar. Tanto
es así, que la técnico de la junta que nos hizo el seguimiento hace un mes, me
llamó hace un par de semanas porque se habían reunido el equipo para escuchar
la grabación que les hizo ese día, y han determinado que verán al peque una vez
por semana. Ayer fue su primera sesión, y la verdad es que fue un poco mal, el
niño terminó muy enfadado.
Sé que es normal, y que es algo muy bueno trabajarlo lo
antes posible, para que el niño dirija su rabia hacia donde tiene que ir y no
hacia nosotros. Ellos tienen que aprender a aceptar su situación y para esto
tienen que tener claro de donde vienen y cual ha sido su historia desde el
principio, así que van a intentar hacerle un libro de vida, igual que lo tiene
su hermano, y para esto el niño tiene que pasar por explicaciones dolorosas y
además tiene que participar en sesiones que le ayude a expresar sus emociones,
y eso con el chiquitin es complicado, porque es mucho más introvertido que su
hermano. Me da muchísima pena, y nos preocupa un poco.
A veces me sorprende las vueltas que dan las cosas, porque
en este caso todos apostaban a que el más pequeño era el que menos problemas
tendría, según decía su psicólogo (el que se supone que ha trabajado con él
durante dos años) “es un niño tan inteligente y tiene tan claro todo lo que le
ha pasado que no tendréis ninguna complicación con él”, y su acogedora decía “come
muchísimo, le vas a tener que parar los pies, además come de todo, aunque a lo
mejor ahora os pone a prueba, pero es un niño muy listo y es muy obediente,
suele comer solo, se viste solo, blablablabla…..” Desde que está con nosotros,
no ha habido ni un solo que haya comido sin protestar, no le gusta nada de lo
que le pongo, aunque me lo haya pedido él, sin dejar comida por poco que le
sacara y por supuesto se lo acaba si se lo doy (L. se niega), raro es el día
que se viste solo y si lo hace ha sido porque le amenazamos, le insistimos e
intentamos que lo haga solo.…..Es complicado no estar enfadados en ciertos
momentos del día, estamos aprendiendo y leo muchísimo sobre técnicas de
refuerzo positivo, que es en lo que estamos ahora, para hacerlo lo mejor
posible con los dos, pero sobre todo con el peque, porque además sabemos que lo
hace conscientemente, nos pone a prueba continuamente, así que tenemos que
aprender la manera de no caer en los enfados y de ayudarle a pasar esta fase.
Lo que quiero decir
con esto, no es poner a mi niño verde, sino que a veces lo que parece que va a
ocurrir no ocurre, sino todo lo contrario, por los motivos que sean, pero las
cosas se complican donde no creemos y donde se imaginan que iba a haber
complicaciones, como es el caso de mi niño el mayor, de momento no ha sido así.
Así que, entre una cosa y otra, entre la felicidad, el enfado, el cansancio, y
todo lo demás, estamos en eso, en intentar trabajar con el pequeño para que se
sienta bien, para que entienda la situación por la que ha pasado y por
supuesto, para que supere el haber estado en una familia de acogida durante dos
años, y de la que, pienso que se siente abandonado por segunda vez, pues
permitieron que se creyera que su acogedora era su mamá, incluso me preguntó una noche que,
por qué XX (la hija biológica de ellos)
se ha quedado con ello y a él lo han dejado ir, a pesar de habérsele explicado
muchas veces cual era su situación y cuál la de la niña. Aunque lo entiende,
tiene esos sentimientos de traición y abandono.
Sé que los hecha mucho de menos y está resultando ser muy
duro para el niño asimilar todo esto. Supongo que algún día, después del verano
les llamaremos y quedaremos, para que el peque se quede tranquilo que ellos
siguen ahí y siguen su vida con otros niños de acogida, pero primero tiene que
asimilar y aceptar su situación, aunque sea tan pequeñito.
Bueno al menos con esta entrada me he desquitado un poco,
espero no tardar tanto en volver por aquí.
Me ha encantado leerte Maria J.
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo contigo en lo referente al peque. Lo más probale es que después de 2 años con su familia de acogida se sienta nuevamente abandonado. La verdad es que el tema del acogimiento preadoptivo me parece un poco complicado. Estoy completamente de acuerdo que, en la gran mayoría de los casos, los niños están mejor con familias que en instituciones pero deberían analizarse bien los contras cuando va a convivir mucho tiempo con esa familia, que no va a ser "su familia". Espero que se me haya entendido.
Estoy segura que con un poco de tiempo y un buen asesoramiento conseguiréis que su actitud mejore y que acepte la difícil realidad que le ha tocado vivir.
Bicos.
Gracias por seguirnos contandooo!!! Me hace muchísima ilusión leerte! Un besazooo!!!
ResponderEliminarHOla guapa!! como ha cambiado el cuento! y como han cambiado nuestras entradas!
ResponderEliminarTe veo hecha una madraza luchando contra viento y marea ante la mas minima adversidad. Asi se hace! toda la ayuda que sea necesaria para que asimilen su historia y sean felices.
Un abrazo enorme!
Mª José me veo muy reflejada en lo que escribes y me gustaria,si es posible,que me mandaras tu correo porque me gustaría consultarte alguna cosilla,mi correo lo tienes en mi blog.Gracias.
ResponderEliminarGuapi! ya veras que con el tiempo y lo bien que lo estáis haciendo, todo estará genial.
ResponderEliminarBesitos