Paulo Coelho

Yo te amo porque tuve un sueño, encontré un Rey, vendí cristales, crucé el desierto, los clanes declararon la guerra, y estuve en un pozo para saber dónde vivía un Alquimista. Yo te amo porque todo el Universo conspiró para que yo llegara hasta ti.........Antes yo miraba al desierto con deseo. Ahora lo haré con esperanza....

martes, 21 de mayo de 2013

¿Crees En Los Angeles?

Hoy, en homenaje a una amiga que ha estado en todo momento con nosotros y que estuvo esperando el momento de que nuestros pequeños llegaran, para regalarme una carta muy especial y muy emotiva, voy a publicar una parte de esa carta que llegó a sus manos cuando nació su primer hijo y que ha estado esperando para hacermela llegar a mi también. Y al igual que ella, yo se la he pasado a mis dos hermanas que están esperando los nacimientos de mis sobrinitas.

Aquí os lo dejo, a ver si os gusta. A mi me encantó. GRACIAS MARICARMEN.


¿Crees En Los Angeles?

Esta historia es un homenaje a un ángel que siempre nos acompaña y que sin embargo, a veces hasta le pasamos por alto porque sabemos que estará a nuestro lado, algunos no creen en él, pero aquí está la vedadera historia de nuestro ángel de la guarda.

Cuenta la leyenda que a un angelito que estaba en el cielo le tocó su turno de nacer como un niño y le dijo un día a Dios:

-“Me  dicen que me van a enviar a la tierra,  ¿pero como vivir tan pequeño e indefenso como soy?”

-“Entre muchos ángeles escogí uno para ti que te está esperando y que te cuidará”. Le dice Dios.

-“Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreís, eso basta para ser  feliz”. Le dice el angelito.

-“Tú ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz”. Le responde Dios.

-“¿Y que haré cuando quiera hablar contigo?”, pregunta inocente el angelito.

-“Tu ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar y podrás hablarme”.

Nuevamente  replica el angelito:
-He oído que en la tierra hay hombres malos, ¿quién me defenderá?”.

-“Tu ángel te defendrá a costa de su propia vida”, respondió Dios.

-“Pero estaré siempre triste ne te veré más Señor”, exclamó en el angelito y Dios le respondió una vez más:

-“Tu ángel te hablará siempre de mí, y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.”

En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, pero ya se oían voces terrestre y el niño presuroso repetía con lágrimas en sus ojitos sollozando:

-“Dios mío, si ya me voy dime su nombre ¿Cómo se llama mi ángel?”

A esta interrogación Dios respondió:

-“No importa su nombre, tu le llamarás MAMA”.

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