Aquí estamos.

Hoy no es que tenga nada nuevo que decir, pero sigo aquí en mi eterna espera, esa que parece no tener fin, esa que a día de hoy hasta me avergüenza comentar, porque ayer estuvieron nuestros amigos en el campo de merienda y cuando me pregunta ¿qué tal va? ya no sé que decir, pongo cara de "ahí está" y como de cosa perdida y ya está todo dicho, se queda el tema en eso, en nada (a veces casi lo prefiero, porque ya no tengo nada que contar).
Aún así aquí estamos, contando con mis pequeños hasta la saciedad, aunque ya no lo digamos, ni mostremos de cara a la galería ningún sentimiento, porque los que hay en estos momentos duelen, y duelen muchísimo.
La verdad es que está todo muy parado, este mes ni carta informativa hemos tenido, pero bueno, ya estamos acostumbrados.
Por cierto, no sé si habreis visto alguna vez el programa de "hermano mayor", yo no lo había visto anteriormente, pero el viernes decidimos ver de qué iba y qué hacía....... puf! me quedé flipada! no lo acabé de ver porque me agobió muchísimo. ¡QUE MIEDO! Estamos hablando de jovenes muy problemáticos y creo que llegados a cierto punto, solo se puede buscar ayuda fuera del núcleo familiar. Me da un poco de miedo el tema de la adolescencia, depende tanto de las compañías que se busquen en esas edades y de la personalidad de cada uno, que creo que son problemas con los que nos podemos encontrar cualquiera.
Pero bueno, intentemos no pensar en las cosas malas y empezar por el principio de una vez, jajajaja..... ni siquiera han llegado mis niños y ya estoy temiendo la adolescencia, aaaaiiiiissssss....