Paulo Coelho

Yo te amo porque tuve un sueño, encontré un Rey, vendí cristales, crucé el desierto, los clanes declararon la guerra, y estuve en un pozo para saber dónde vivía un Alquimista. Yo te amo porque todo el Universo conspiró para que yo llegara hasta ti.........Antes yo miraba al desierto con deseo. Ahora lo haré con esperanza....

martes, 22 de febrero de 2011

Historia de un gato-Oso

En una de las entradas conté la historia de nuestra gatita Ika, dejando pendiente la de nuestro gatito Oso, así que   aquí va.
Después de la llegada de Ika a la familia, en junio de 2007, a veces me daba la sensación cuando salíamos que se quedaba muy solita, entonces uno de los días que estábamos en casa de mis suegros lo comenté. Allí nos la llevábamos cada vez que íbamos, y se hartaba de correr, subirse en los árboles e incluso jugaba con Kyle (un perro cruce entre pastor alemán y belga), porque es una gata terremoto, le encanta correr, saltar.... En fin, que ahí se quedó la cosa, hasta que a finales de septiembre, me llama L.y me dice que le había llamado su madre, porque en la clínica veterinaria donde trabaja, había un gatito precioso, de una señora que tenía una gata que había tenido cuatro gatitos, de los cuales se habían muerto dos de diarreas, otro ya lo había regalado y quedaba uno que llevaba en la clínica dos semanas recuperándose con los goteros y como ya estaba bien,  lo iban a poner en el escaparate para regalarlo. Pero que pensó en nosotros, por Ika y además porque en esas dos semanas lo había estado cogiendo y mimando, y por lo visto era supercariñoso, que lo único que quería era mimitos. Yo le dije a L. que no, que de momento no pensaba coger otro animal, ya se me había olvidado el comentario que hice.
Al rato, viene L. a desayunar conmigo y me enseñó una foto en el móvil, del gatito en brazos de mi suegra.... Aisss! Era precioso y muy gracioso, no tenía rabo y parecía un osito de peluche (de ahí su nombre), pero blanco y los gatos blancos no me gustan, me traen malos recuerdos de uno que tuvo mi tía R. que era superblanco, arañaba, mordía, en fin que era muy arisco, y yo si tengo animales es para que me den compañía y poderlos achuchar y mimar. Así que le volví  a decir que no.

Despues de desayunar, cuando L. se iba a ir, sentía remordimientos por el pobre gatito, y le dije "Bueeeeeeeeno, dile a tu madre que se lo lleve a su casa, que ésta tarde voy a por él". Más tarde me dijo mi suegra que si no nos hubiésemos quedado con él, se lo hubiese quedado ella..... ya lo podía haber dicho antes.



Así por la tarde fui a recogerlo con el transportín, allí estaba en la falda de mi suegra más a gustito que nadie.
Me lo llevé a casa, superilusionada pensando que ya Ika no iba a estar solita cuando no estábamos, y que se iba a poner muy contenta..... Uf! Me equivoqué al 100%. Cuando entré, vino a saludarme y cuando le enseñé lo que traía, casi me da un yuyu, se puso a soplar enseñando los dientes y tuve que cerrar la jaula enseguida..... Lo pasé muy mal, hasta que vino L. y soltó a Oso, se lo puso encima y observó la reacción de Ika, no le gustaba nada. Pero L. dijo que se tenían que acostumbrar el uno al otro y eso es lo que hay...Me llevé tres o cuatro días con una escoba en las manos cuando estaban los dos sueltos, y cuando salíamos los dejaba en sitio separados, por lo que pudiera pasar. Hasta que por fin un día, despues de casi una semana, los vi comer juntos, casi me echo a llorar, porque pensaba que tendríamos que deshacernos de Oso, y ya le tenía mucho cariño, pero claro no iba a dejar que Ika lo estuviera pasando mal siempre. Así que salí corriendo a por la cámara de fotos e inmortalicé el momento, para que lo viera L.....

Y ya hasta el día de hoy, que duermen juntos (y con nosotros.... ), juegan, se buscan cuando no se ven (porque eso sí, Oso tiene que tener a Ika supercontrolada, es el típico macho dominante, si él se despierta la despierta a ella, si no sabe donde está la busca, si está comiendo la quita para comer él y así siempre, y yo que cuando le veo le regaño y lo quito del plato para que coma ella....).
Así que por lo menos con mis gatos estoy entretenida cuando estoy en casa.


Ika frita en el router calentito.

A pesar de su carita de mala, malísima, es superbuena. 



 
Mi peluchito jugando con una madalena
Aquí ya empezó el machito a dominar.....
Y a hacerle ver quien manda....
                                         

Aun así él siempre la sigue a ella, je, je....
 




5 comentarios:

  1. Que bonita historia María!!!

    Oso me ha recordado muchisimo al gato de mi abuela Willy que se perdio hace dos semanas y no ha aparecido, también era blanco y tenía los ojos azules...sobre todo en las fotos que has puesto de pequeñitn, porque cuando crecio se hizo más grisaceo..pobrecito.

    En fin, que la historia es muy bonita y desde luego que hicistes muy bien en quedarte a Oso, ahora siempre se tienen el uno al otro.

    Muchos besotes.
    ester.

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  2. es una historia preciosa y unas fotos lindisimas...es que dan tanto cariño..y sin pedir nada a cambio..un abrazoo!!

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  3. qué fotos más bonitas!! :-) No me extraña que te emocionaras al verlos juntos por primera vez, debía ser duro antes! :-)
    Un abrazo,
    Mariajo

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  4. Me encanta! que te voy a decir si yo adoro a los gatos. Mi hermana ya va por cinco gatitos, dice que ya se planta, no se yo...

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  5. Son muy guapos!! todavía no he tenido el placer de convivir con gatos pero es algo que no descarto para un futuro.
    Un abrazo
    Olga

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