2º aniversario

No podía dejar pasar el día de hoy sin recordar que hace justo dos años sobre las 20h recibimos una llamada de nuestra ecai para informarnos que nuestro expediente había llegado a Etiopía. Recuerdo la alegría tan inmensa que sentimos y el pellizquito en el estómago que nos quedó pensando, que ya nos separaba de nuestros peques diez o doce meses. Recuerdo que L. se quedó paralizado y acojonado solo de pensar en lo poco que nos quedaba y la odisea que habíamos pasado con los dichosos papeles.

No teníamos ni idea de lo que nos esperaba, de lo rápido que se fue el primer año de espera, porque la verdad es que estábamos asombrados de lo bien que lo llevábamos y la paciencia que estábamos mostrando. Creo que la ilusión y las ganas nos ayudaron mucho, además de que estábamos preparando el campo para cuando llegasen los peques tenerlo todo listo.

Compré cuentos para mis niños, algunos que me gustaron y otros que nos recomendaron, desde el primer momento comencé a hacerles un diario tipo bebé con los pasos que dábamos hasta llegar a ellos para que tuvieran claro de donde venían y todo los pasos que fuimos dando, compré muñequitas negras, preciosas, L. compró un balón de futbol….. en fin!, muchas cositas que teníamos para ellos. 

Este segundo año de espera, ha sido horrible, pues los procesos no avanzaban nada, la ecai ha tenido veinte mil historias por las que no asignaban, que si votaciones en Etiopia, que se cambian de orfanato, que se no estaba acreditado…..

¡Qué lejos queda esas sensaciones, las ilusiones y las noticias que alegran!. Excepto el mes de septiembre que vino cargadito de asignación y volvimos a tener sensaciones que ya habíamos superado a lo largo de este año. Solo me queda seguir el consejo de mi hermana, y es que espere a ver como se da el mes de octubre, si continúan las asignaciones puedo ponerme nerviosa, si no es así, me quedo tranquila de nuevo.

Qué fácil suena ¿Eh? Porque la realidad es que  hoy segundo aniversario, la sensación es de incertidumbre, dudas, miedos, cansancio psicológico y emocional. Y sobretodo con muchas ganas que llegue a su fin.