solita pero con gatos

Hoy L. está de inventario y no volverá en toda la noche, así que me toca noche de soltera, de esas de las que ya no me acuerdo, bueno casi peor, porque de soltera compartía habitación con tres hermanas (uf, que tiempos aquello…), así que pocas veces me he sentido sola, y quizás por esta razón soy una cagueta, si, si, me da miedo no sé de qué, estar sola. Pero bueno, lo supero con la tele, el libro, el ordenador y por supuesto con mis gatos, Ika y Oso, mis dos peluchitos, je, je.

No os ha pasado a veces, o muchas veces, que opinamos algo que se tiene muy claro y al cabo del tiempo te toca vivir esa situación? Pues eso me ha pasado con los gatos, nunca me han gustado, y que conste que me encantan los animales, y si hablamos de perros, me vuelvo loca, pero los gatos no me gustaban, pensaban que eran animales ariscos, interesados…. Así que nada de gatos, pero el caso, es que hace unos años, concretamente tres, me sentía muy sola en casa y estuve dando la lata a L. por que quería tener algún bicho en casa al que cuidar. Pero claro, un perro no podía ser, los pájaros me gustan libres, no en jaula,  y dentro de la gama de animales de compañía poco más hay, así que pensé en unas tortugas.

L. me dijo que le parecía animales sosos para hacer compañía, que  por qué no cogíamos un gato, que son independientes pero que dan mucho cariño y le podría cuidar, pero le dije que no, que gatos no.

Al mes siguiente íbamos en moto al PcCity a ver monitores y en una rotonda dio la vuelta y se encajó en la clínica veterinaria para ver qué había. Por supuesto, salimos de allí con una gatita preciosa y muy mimosa.

Cuando llegamos, vimos una jaula con muchos gatitos de todos los tipos, ¡eran todos tan bonitos!, y L. me dijo que cual cogía, le señalé un gatito (o eso creía yo) atigrado, de esos comunes, en un rinconcito muy quieto que me miraba fijamente.

Como L. llevaba los guantes de la moto, metió la mano y lo cogió.

El gatito se acurrucó enseguida en su gran mano con guantes, sin asustarse ni nada, y se quedó tranquilo. L. le dio la vuelta para saber si era macho o hembra, y cuando me dijo que era hembra, le dije que la soltara pues buscábamos un macho por el tema de la castración que en los macho es mas fácil, pero fue imposible, L. no podía soltar a la gatita preciosa que estaba tan tranquilita en sus mano, así que la registramos, firmamos los papeles de adopción de animales y la llevamos en moto hasta casa de mis suegros, que se podían hacer cargo de la gatita hasta que volviéramos del PcCity, y ya de paso de comprarle la comidita y varias cositas más.

Fue genial, nos llevamos todo el camino pensando el nombre que le podríamos, hasta que decidimos que Ika, es un nombre muy bonito para una gatita. Desde entonces es la princesa de la casa, (porque yo soy la reina, je, je,) me hace reir mucho y no digamos la compañía que me dan. Estoy encantada de tenerlos, sobretodo cuando estoy sola.

Ni que decir tiene, el cambio de opinión que he experimentado con respecto a los gatos.

Como hoy me he enrollado mucho, otro día cuento la historia de Oso, que es tambien muy bonita (también dije que no lo quería ….y es mi peluchito favorito)